martes, 12 de febrero de 2013

Triángulo isósceles entre Ucero, Jerez y Caravaca.
TRIANGULO ENTRE TRES ENCLAVES TEMPLARIOS, UCERO, JEREZ Y CARAVACA

   En el apasionante estudio de la geografía mágica de los templarios, que iniciaran Louis Charpentier en Francia con las catedrales y la constelación de Virgo y Juan García Atienza en España, no dejan de sorprendernos nuevas lineas con distancias imposibles aparecidas en nuestra vieja piel de toro.
  Recordamos la famosa linea de García Atienza que dividía la península en dos partes iguales (Creus y Finisterre, 527 km. Aprox.) y cuyo punto central se hallaba en San Bartolomé de Ucero, (Soria) enclave templario por excelencia ya que en él se dan unas particularidades especiales.
   El hallazgo en cuestión parte de la observación de tres puntos determinados con gran importancia durante el tiempo que existió la Orden del Temple en la península. Estos tres puntos son el que ya comentamos: San Bartolomé de Ucero, el segundo sería Jerez de los Caballeros, como importante bailiato de la orden y el tercero Caravaca de la Cruz, ciudad de gran trascendencia espiritual para la misma orden ya que en ella apareció la famosa cruz de los patriarcas de Jerusalén en un momento en el que el Temple no estaba de acuerdo con la política de Federico I
   Trazando una linea entre las tres poblaciones o puntos aparece con suma perfección un gran triángulo isósceles con base entre Jerez y Ucero y que apunta en dirección a Caravaca de la Cruz. Las distancias serian de 430 kilómetros entre Jerez y Caravaca, la misma asombrosa distancia entre Ucero y Caravaca y 496 kilómetros entre Jerez y Ucero, A esta última distancia le sobrarían 66 kilómetros para ser tres lineas exactamente iguales y pasar a ser un triángulo equilátero.
   Puede parecer un hecho casual, pero analizando las diferentes lineas aparecidas desde que el Temple se estudia intensamente, no deja de parecer un tanto sospechoso tanta casualidad, máxime cuando la geometría era una ciencia de suma importancia en el ideario magico-religioso del Temple, tanto en la arquitectura como en los trazados. Tal comprensión procede de la creencia en que los edificios y las poblaciones que se sujetaban a lineas de formas geométricas y estelares, conservaban una energía especial que las hacía menos vulnerables a los desastres y más armónicas y perfectas espiritualmente.
   Si hay una causalidad, como parecer ser, lo verdaderamente asombroso es como pudieron llegar a medir con más o menos exactitud unas lineas que se encuentran a tantos kilómetros de distancia con los medios técnicos de los que disponían.
   Sirva pues este nuevo descubrimiento para completar un futuro mapa esotérico donde podamos llegar a entender finalmente y por completo un trazado práctico que hubiese estado basado en un plan mágico previamente concebido.

DERECHOS RESERVADOS © Isidoro Terrón Calvo. 2013
fotografía proporcionada por :Antonio Rivera Carrasco