lunes, 28 de enero de 2013


LA CONSTELACIÓN DE NTRA. SEÑORA


   La piedra angular del ideario espiritual del Temple es la Virgen, no en vano San Bernardo bebió alegóricamente leche de la Virgen María, leche alquímica que le dio la iluminación y el entendimiento o sabiduría. También fue nuestro Bernardo quien acuñó el título de "Nuestra Señora" para ella.
  No podía faltar por tanto una referencia geométrica y mágica de protección y fertilidad en el diseño arquitectónico del Xerez que se levantaba por la Orden del Temple. En el dibujo que se acompaña, podemos observar el trazado estelar que compone el diseño de la constelación de Virgo y compararlo con el diseño que se conserva del trazado de la fortaleza y sus torres. La fortaleza jerezana del Temple reparte bien la defensa y la vigilancia por todos sus costados, aunque bien visto, puede pensarse que pudo proyectarse de forma igualmente eficaz y realizando mucho menos esfuerzo, adaptándose más al terreno y sin tanta abertura hacia el exterior.
   Esta prolongación de la misma responde a un plan preconcebido. Diseñado y adaptado adecuadamente sobre un relieve difícil a una forma determinada, ajustándose al máximo para que su forma tuviese un sentido y una efectividad mágica y religiosa. Si observamos el dibujo que perfila la fortaleza con sus torres y lo trasladamos a la forma estelar que componen las estrellas de la constelación de Virgo podemos averiguar un tremendo parecido que no puede achacarse a la casualidad, máxime cuando esta misma cuestión se repite en otras muchas construcciones militares y templos donde tuvo intervención la Orden del Temple.
   El significado tan especial que poseía dicha constelación para la orden, la ubicación de estos edificios y el sentido astronómico que otorgaban a los mismos, no deja lugar a dudas en cuanto a un plan trazado a priori. Un plan que ha perdurado a través de los siglos, a pesar de las múltiples agresiones que ha sufrido la fortaleza y que certifica su trazado actual como puramente templario.
   Del estudio de la simbología del signo de Virgo, podemos deducir ciertas connotaciones que le muestran como el arquetipo principal de la Diosa Madre Universal, concepto que fue trasladado y camuflado en vírgenes con el rostro negro por cistercienses y templarios al cristianismo bajo la denominación de Nuestra Señora, es decir: la Virgen María, madre de Cristo. Es, por tanto, el resumen o esencia de todas esas diosas madres de la antigüedad, tales como Isis, Astarté, Ceres, Minerva, etc... 
   Virgo es el sexto signo de la rueda zodiacal, (zoe–diakos o ouroboros), que significa rueda de la vida. Pertenece al elemento tierra y se asocia a la recogida de las cosechas (septiembre), a la abundancia y a la fertilidad. Es signo Mutable-femenino y lo rige el planeta mercurio (Hermes) que equivale a Anubis y a San Miguel, ambos pesadores de las almas. Si hacemos un recorrido por las diversas culturas de la antigüedad, averiguamos, entre otras cosas, que en las sociedades matriarcales la diosa madre era representada como una mujer mayor sosteniendo una flor de lis o una adormidera. 
   Diosas, Virgen y Virgo, llevan una espiga en la mano, que representa el fruto engendrado en la profundidad de la tierra a través del ciclo solar anual. Esta espiga está representada por la estrella más brillante de la constelación de virgo, Spica, (espiga) y es dato importante observar como se instala, "no por casualidad" en el templo de Ntra. Señora de la Encarnación, pues esta palabra incarnatio, representa para el cristianismo el momento en que una virgen engendra y encarna a un nuevo dios-hombre, por tanto es un acto de fertilidad y nacimiento que conecta con el significado propio de Diosa-Virgo. Esta iglesia, mayor y matriz de Jerez, es nada menos que la primera en ser consagrada en nuestra península a la Virgen María , incluso bajo la doctrina arriana visigoda. Mas tarde fue reedificada (después de la ocupación islámica) por los templarios y es digno de ver como encaja entre las torres de la fortaleza como el punto más importante de todo el enclave.

RESERVADOS LOS DERECHOS. © Isidoro Terrón Calvo. - 2013